Es una técnica que consiste en el uso de una serie de aislantes especiales para reducir las pérdidas de calor o refrigeración que pueden impedir el desarrollo de las operaciones en un edificio industrial. Como expertos en aislamiento, podemos decirte que, en resumen, el retardo industrial evita la transferencia de calor entre diferentes puntos de la fábrica donde se requieren temperaturas extremas más altas que en el exterior. El uso de sistemas antirretroceso industriales mejora la seguridad y protección de los trabajadores de la fábrica y previene accidentes, especialmente quemaduras.
También supone un importante ahorro en el consumo energético de la empresa, lo que en definitiva redundará en un importante ahorro económico y en una actitud más responsable y comprometida con el medio ambiente.